LA DESCOLONIZACIÓN DEL ESTÓMAGO Y EL DISCURSO SALVAJE
En las redes me pasaron un link para ver el lanzamiento de un nuevo libro de Ana Islas llamado: Mejor Oler a mar. Un libro gastronómico que por su puesto tiene recetas, pero hace un profunda reflexión en lo que comemos, y nuestra identidad atada a eso. Y pone en el aire un término que me resuena: "Descolonizar el estómago" .
Si un pueblo es lo que come, Quiénes somos hoy en día los latinoamericanos? Quiénes somos hoy en día los venezolanos? Yo siento que cada día comemos menos venezolano, el recetario nacional, los platos que efectivamente usa la gente en su día a día se va mermando con el pasar de los años. No sólo por falta de transmisión oral, es decir las abuelas cada vez cocinan menos con sus nietas, por falta de tiempo, porque las nietas se van a otras regiones, o simplemente porque ya no hay interés y mucho menos obligación de que las nietas aprendan lo que las abuelas les pueden enseñar.
Pero cada día más, especialmente las nuevas generaciones se sienten mas afines comiendo cocina de otras regiones que las propias. Más allá de las modas o el snobismo propio del venezolano, que como decía Oscar Llanez es faramallero por naturaleza; Comer platos nuevos es una necesidad de las nuevas generaciones, y un rechazo casi natural por los platos sustanciosos del repertorio nacional. Es difícil que un jóven venezolano menor que 17 años quiera comer un mondongo, una morcilla, un chicharrón, menos aún una chicha andina, o un calalou de Paria. Digo más, hay además un rechazo incluso a las arepas. Veo jóvenes que no gustan de comer una arepa.
La autora plantea una revisión del recetario, ingredientes y técnicas prehispánicas y su reivindicación. Una búsqueda de la identidad por medio de la gastronomía que bastante define a los pueblos. Una búsqueda casi filosófica de ver quienes somos sin las influencias extranjeras, sin las influencias que "a juro" nos pusieron a comer como europeos. Se hacen vigentes los tres discursos de fondo para entender Latinoamérica del profesor Briceño Guerrero. Se hace necesario una revisión de quienes somos, por medio de lo que comemos. Es imperativo el rescate de las técnicas ancestrales, de ingredientes y recetas, así sea como mero ejercicio para entender a profundidad de donde venimos, así pudiésemos dirigir el curso hacia donde queremos ir, y no hacia donde nos lleva la corriente.
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